Todos los blogs que tengo enlazados de diariogratis.com, mi anterior barrio, ya han sido actualizados. La verdad es que han puesto cantidad de bonito todo aquello, me daban tentaciones de re-mudarme, pero va a ser que no. Tened un buen finde. Cuando era joven (jijiji), estaba locamente enamorada de Alejandro Sanz. Ahora me gusta, pero creo que de forma más Opciones binarias estafa.
Solo tuve la oportunidad de ir a un concierto suyo, el de la gira "Más", con aquella cancion que todo el mundo dijo que era la mejor "Y si fuera ella". Recuerdo la tension esperando horas para entrar... me recuerdo cantando sus canciones, imaginándome como sería verle y oirle en click aqui.
Abrieron las puertas, y comenzó lo peor. Conseguí primera fila, si, pero la gente no dejaba de empujar, parecía que estabamos todos locos. Me hice daño en el abdomen porque me aplastaban contra la valla. Pero nada importaba, solo quería que llegaran las 10 para verle.
Y llegaron. Empezaron los acordes de la primera canción "Hoy que no estás", y de alguna parte, en medio de una intensa niebla, salió él. Sonreía. Recuerdo que no quería que se acabara el concierto. Tocó el piano para mí. Y en medio de una balada... cuando la gente ya casi no tenía fuerzas, me miró.
En los conciertos pasa que no sabes si te mira a ti o a la chica que tienes al lado, así que tuve que asegurarme. MI cabeza fue muy rápida: sentí sus ojos mirándome y entonces le llamé mientras le enseñaba mis pulgares hacia arriba. Sonrió y repitió el gesto... si, me había mirado a mi.
Esos son los momentos que merecen la pena. Unos simples pulgares hacia arriba.
Solo tuve la oportunidad de ir a un concierto suyo, el de la gira "Más", con aquella cancion que todo el mundo dijo que era la mejor "Y si fuera ella". Recuerdo la tension esperando horas para entrar... me recuerdo cantando sus canciones, imaginándome como sería verle y oirle en click aqui.
Abrieron las puertas, y comenzó lo peor. Conseguí primera fila, si, pero la gente no dejaba de empujar, parecía que estabamos todos locos. Me hice daño en el abdomen porque me aplastaban contra la valla. Pero nada importaba, solo quería que llegaran las 10 para verle.
Y llegaron. Empezaron los acordes de la primera canción "Hoy que no estás", y de alguna parte, en medio de una intensa niebla, salió él. Sonreía. Recuerdo que no quería que se acabara el concierto. Tocó el piano para mí. Y en medio de una balada... cuando la gente ya casi no tenía fuerzas, me miró.
En los conciertos pasa que no sabes si te mira a ti o a la chica que tienes al lado, así que tuve que asegurarme. MI cabeza fue muy rápida: sentí sus ojos mirándome y entonces le llamé mientras le enseñaba mis pulgares hacia arriba. Sonrió y repitió el gesto... si, me había mirado a mi.
Esos son los momentos que merecen la pena. Unos simples pulgares hacia arriba.